Sobre el magnetismo curativo
Pregunta al Señor: ¿Por qué las personas que han sido magnetizadas y que han vuelto al estado consciente no son capaces de recordar lo que sucedió y lo que se habló durante el estado de magnetismo?
Respuesta de Jesucristo:
Si tomáis en consideración precisa y comparativa las comunicaciones dadas en la obra "Las Doce Horas" así como también el anexo llamado "Luna" y también aquellas que hablan sobre los dos polos de la Tierra, entonces casi os daréis cuenta vosotros mismos que algunas de estas preguntas son superfluas. — Por ejemplo: ¿Por qué las personas que vuelven a su estado consciente después de haber sido magnetizadas no pueden recordar nada de lo que hicieron y hablaron durante el estado en donde el alma estuvo aislada del mundo material pero conservando la consciencia dentro de su mundo anímico.
También es superflua la pregunta si es que las personas magnetizadas entran en contacto real o ficticia con las personas del más allá.
Pues, ¿que quiere decir aquí la palabra "ficticia" y "real"? ¿O acaso tenéis la capacidad, dentro de vuestro estado corporal, de entrar en contacto real o ficticio?
Si no podéis hacer esto, ¿cómo pues el alma podría hacerlo? El alma es un recipiente de asimilación muy bien construido, recipiente que solo tiene la capacidad de asimilar o recibir únicamente aquello que viene a ella, mas no lo que no viene a ella.
Mientras el alma viva dentro del cuerpo físico, puede recibir imágenes aparentes que están almacenadas en la memoria, casi como si fueran reales. Solo que incluso con esta recepción, si queréis iluminar este asunto más profundamente, esta apariencia es en realidad algo sin gran sentido.
Pues, preguntaos a vosotros mismos: ¿De dónde proviene la imagen en la memoria? Y la respuesta que os tenéis que daros no puede ser otra que suena así: Proviene de una realidad. Sí, incluso cuando el alma observa dentro de sí imagenes, por decirlo así, fantásticas pero que no existen por ningún lado en la realidad. Con esto diréis: Tiene que ser solo puras apariencias sin significado.
Pero Yo os digo, que esta afirmación tiene un doble sin sentido. En primer lugar, no conocéis en absoluto todas las formaciones y todas las estructuras sin número de vuestro planeta. Por ejemplo, algo que está muy cerca a vosotros, la construcción, ciertamente súper maravillosa, de solo un cabello de vuestra cabeza. Cuánto menos pues las infinitas diversidades del mundo pequeño animal originarios.
Ahora, si el alma de un ser humano, finamente organizado, que está sufriendo hasta cierto punto, sin saber cómo y porqué, llega a observar tales formas que existen en la realidad, decidme ahora, ¿provienen estas de una apariencia fantástica o de una realidad no—fantástica?
En segundo lugar, si el alma construye dentro de sí nuevas imágenes de la combinación de las impresiones de la realidad existente, ¿provienen éstas nuevas imágenes de una apariencia o de la realidad?
Si tan solo meditáis un poco sobre esto, en un instante os tiene que quedar claro que absolutamente nada puede ser creado de la nada.
¿O acaso podéis afirmar que un espejo es capaz de reflejar también alguna estructura formal que no existe en absoluto? La imposibilidad de esto lo comprenderéis con seguridad sin mayor explicación.
Entonces, si el alma, que es un recipiente de asimilación, es un espejo finamente pulido por todos lados, ¿en dónde y a través de qué podría ella entrar en conflicto con algún tipo de ser no existente, es decir, ser que por ningún sitio puede ser encontrado objetivamente en la realidad absoluta?
Esto sería más imposible que si alguien afirmara sobre sus pensamientos propios, que él a veces tiene pensamientos reales, pero a veces pensamientos solo aparentes.
Pero Yo os digo: quien tenga la capacidad de separar, en forma comprensible, los pensamientos aparentes de los reales, a él Yo le indicaría que lea en el antiguo Testamento, la parte en donde Adán fue engañado por la mentira de la serpiente y quiso ser más sabio e inteligente que Yo mismo.
Pregunta al Señor: ¿Conocían el magnetismo los pueblos antiguos judíos y cristianos?
Respuesta de Jesucristo:
De esto podéis concluir con holgura que la tercera pregunta fue tomada un poco del aire hueco. Y así también la quinta pregunta es algo sospechosa si reflexionáis que el así llamado magnetismo curativo, o mejor dicho, el denominado fluido magnético, no es otra cosa que Mi Voluntad—Amor que forma, ordena y mantiene todo lo que existe.
Si bien los antiguos no lo conocían bajo este nombre, recién creado y "científicamente" necio, pero sí lo conocían mucho mejor en concordancia a la naturaleza y la verdad que toda la generación actual de la Tierra (1841).
¿Qué eran pues los milagros del espíritu, más o menos conocidos por vosotros, realizados por los antiguos patriarcas y profetas piadosos? ¿Qué cosa eran las imposiciones de manos para la sanación de los enfermos realizados que ordené a los apóstoles, a Mis primeros seguidores, para que las realizaran en todo amor y en la firmeza de la fe viva? — ¡Mirad, todo esto no era nada más que lo que hoy, en todo el sentido de la palabra, llamáis, con suficiente incomprensión, "magnetismo"!
Si queréis entender este asunto desde su fundamento, entonces miradme a Mí en vuestro interior como el Magnetizador Fundamental.
Pregunta al Señor: ¿Qué personas tienen el don de magnetizar? ¿Quiénes son magnetizables? ¿Y qué hay que hacer para adquirir el don?
Respuesta de Jesucristo:
Sí ahora preguntáis qué personas tienen la capacidad de magnetizar, entonces las respuesta se da por sí misma, es decir que únicamente aquellas personas —que están en armonía con el Magnetizador Fundamental ya sea a través del Amor o por lo menos a través de la Fe, también según el grado del Amor o de la Fe— son capaces de poner las manos sobre sus hermanos y sanarlos de cualquier enfermedad.
Por supuesto que también hay personas que —sin la comunión Conmigo a través del Amor o de la Fe pura— tienen una voluntad firme, ya sea para lo bueno o para lo malo (brujería). Estas personas puede ser denominadas, con razón, voluntariosas o, en un sentido más malévolo, obstinadas.
Este voluntarioso es el producto común de alguna justificación. Y dependiendo en qué y en dónde se justifica o fundamenta tal hombre, entonces dirige inmutablemente su voluntad y su sentido de acuerdo al fundamento.
Si tal justificación está fundamentada mayormente en alguna de Mis Palabras mal comprendidas, entonces es posible que, a pesar de todo, tal hombre pueda tratar a otros hombres y someterlos a la fuerza de su voluntad y de su consecuente fe, pero tal denominado magnetizador solo efectuará aquellas manifestaciones conocidas por vosotros y dentro de ese área. Esto significa que la sanación intencionada se desarrollará sólo en forma muy lenta. Esto no sucede en realidad debido a una verdadera imposición de manos, sino debido a la ayuda de los medicamentos recetados por él mismo.
Sin embargo, esto produce un medio efecto solo a través de la fe. Así podéis entender que hay personas, con determinada y firme voluntad, que pueden ejecutar y realizar tales acciones, hasta cierto punto, independientemente de Mí; pero considerando que "¡así como es la fuerza, así es el efecto!".
De esta medida se comprende pues, que ciertas personas tienen bien la capacidad de magnetizar pero solo a ciertas personas.
Pero en el camino de la verdad, lo puede hacer cualquiera que esté en conexión Conmigo.
Así mismo, para tales semi-magnetizadores, solo determinadas personas pueden ser magnetizadas, es decir, solo aquellas que poseen más una educación débil y una voluntad muy endeble; sí, incluso son abúlicos (que carecen por completo de voluntad) y, así, dependen únicamente de la voluntad del magnetizador.
Entonces, cuando tal magnetizador, o mejor llamado "deslizador o pasador de manos voluntarioso", abandona o se aleja de la persona en tratamiento después de realizar su pasada de manos voluntariosa ( o como soléis decir se pone fuera del "rapport", o por lo menos lo intenta), entonces esta persona que ha recibido la pasada de manos entra a un estado miserable. Porque si la imposición de manos fue muy intensa, de tal manera que con esto el alma fue expulsada del cuerpo debido al llenado excesivo impuesto, con lo cual ella ya no podría regresar al cuerpo al finalizar el "rapport", y en caso que sí pudiera retornar al cuerpo, entonces encontraría un cuerpo diez veces más debilitado que lo que estaba antes.
En caso que el magnetizador hubiere realizado solo pocas pasadas de manos, y luego se alejara, entonces tal tratamiento sería lo mismo que ninguno y se asemejaría a aquella declaración de amor a una muchacha a la que el declarador la vuelve a abandonar inmediatamente después de la declaración.
Personas que, si bien, poseen también una voluntad bastante firme, no pueden ser tratadas por tale magnetizador o por lo menos sin frutos. Más bien hará bostezar a tales pacientes y esto debido a que cada voluntad se fundamenta en un cierto y propio convencimiento, sin importar si es verdadero o falso, que hace que sus órganos entren en acción. Y porque cada voluntad, esté o no conectada con la Mía, es una voluntad propia y peculiar.
Ahora, si un magnetizador ejecuta tal tratamiento a uno cuya voluntad choca en contra de la suya, entonces su acción será fallida. Esto podría incluso traer ciertas consecuencias desventajosas para el insensato magnetizador. En especial con aquellas personas que son de una naturaleza muy sensual (que en el fondo es consecuencia de una posesión interior y silenciosa). En especial, cuando la persona a ser magnetizada está poseída por espíritus manifiestamente malos.
Pero si el magnetizador pone sus manos a través de Mí y deja "que fluya" Mi Voluntad todapoderosa a través de él, entonces no necesita deslizar o pasar las manos sin importar qué persona ha sido presentada para la sanación. Lo único que necesita es poner las manos purificadas sobre el enfermo en Mi Nombre, y así el enfermo mejorará a través de únicamente la Fe.
Quien actúa de esta manera, motivado por el Amor vivo, sobreentendiéndose que va acompañado de la Fe más viva posible, en Verdad, Yo os digo, que incluso Lucifer mismo, con la intensión de torturar a alguien, física y corporalmente, tendrá que abandonarlo , ya incluso con la mirada y a través de la Palabra antes de ejecutar la imposición de manos.
Tal magnetizador no solo puede sanar a cada enfermo, sino también resucitar a los muertos en caso que sea necesario glorificar Mi Nombre.
Pregunta al Señor: ¿Está bien que algunos gobiernos prohíban la práctica del magnetismo? ¿No sería más bien mejor que se realice una mayor difusión a favor de la humanidad? ¿Y bajo qué condiciones?
Respuesta de Jesucristo:
Si observáis bien todo esto, esta última pregunta ya está resuelta por completo. Claro está que con respecto al magnetismo voluntarioso, Yo digo: En el buen sentido, es mejor algo que nada. Pero en el mal sentido, mejor es nada que algo.
Porque una mala práctica de magnetismo no es para nada mejor que fomentar la posesión temporal de malos espíritus.
Mientras que la práctica del mejor tipo de magnetismo, cuando como mínimo tenga un poco de conexión Conmigo, por lo menos le muestra, poco a poco, a la humanidad completamente ciega, en primer lugar, que aparte de las hierbas curativas, hay mejores fuerzas sanadoras, y, en segundo lugar, que dentro de los hombres mora una alma inmortal y un espíritu inmortal.
Y por tanto, en este sentido, sería bastante injusto de prohibir en un país tal prácticas sin importar el necio argumento qué se use.
Pero quien posea tal capacidad de Mí, que no tenga miedo a la autoridad del mundo, sino que crea firmemente que con la posesión de Mi poderosa Voluntad es capaz de realizar cosas más grandes aun que solo sanar a los enfermos y, en casos extraordinarios, también llamar a la vida a personas que acaban de fallecer.
Así como cualquier artista abandona el lugar que no tiene afinidad para el arte, que haga lo mismo aquel que posea la Gracia. Pues tal Gracia está, con seguridad, por encima de todo arte. —
Para este tiempo lo mejor es que cada uno practique lo bueno en secreto para evitar contrariedad. Por eso haced lo bueno en secreto y no tengáis miedo de la ceguera de los hombres, que les es más difícil perseguiros que lo que podéis escapar de ellos.
Porque quiero guiar el sonido de vuestros pasos cuando camináis hacia el oriente o la mañana, para que cuando llegue al oído del ciego lo escuche como si viniera del occidente o de la noche; y así podéis estar a salvo de reacciones efectivas de los ciegos.
Meditad sobre todo esto y comprendedlo con Fe en el fondo de vuestros corazones amorosos; entonces recién así comprenderéis por completo, es decir, en la acción, lo que ahora habéis oído en la Palabra. Amén. — Esto os lo dice el Magnetizador Fundamental. — Amén.
Fuente: Obra "Cuidado de la Salud y Sanación", capítulo 3, recibido por Jakob Lorber, el 12 de julio de 1841.
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