El Cuarto Mandamiento y la Educación de los Niños

Respecto al cuarto mandamiento «Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que el Señor tu Dios te da». (Éxodo 20:12) llama la atención el hecho que no incluye la honra de los padres a los hijos.

Dice el Señor:

«No fue necesario que Moisés incluyera en el cuarto mandamiento el amor de los padres a los hijos porque tal disposición ya ha sido implantada en plenitud y de manera instintiva en los padres por Dios, lo cual no es tanto el caso en los niños, quienes apenas han entrado en la escuela de esta vida terrenal, porque ellos primero deben ser educados para el auténtico y verdadero amor.

Por este motivo, cada hombre viene a este mundo tan débil y sin conocimiento ni amor, como si Dios lo hubiera abandonado por completo, para que en total libertad y sin restricciones, a través de la enseñanza externa, las leyes y su obediencia voluntaria, se forme como una persona libre y totalmente independiente.

Y mira, por eso es que principalmente deben darse enseñanzas y leyes a los niños, y no tanto a los padres, quienes también fueron niños alguna vez y, a través de las enseñanzas y leyes dadas para los niños, llegaron a ser personas libres e independientes».

Fuente: GEJ 7.30.6-8

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