El Reino de los Mil Años
“Vosotros ya estáis
en el gran tiempo de
transición hacia el
Reino de los Mil Años”
Jesús de Nazaret
(Palabra revelada en el año 1864)
Este "Reino de los Mil Años" no es un período literal de mil años, sino un tiempo en el cual Cristo gobernará y guiará espiritualmente a la humanidad, ayudando a las personas a superar las pruebas terrenales y, al final, revestirse de inmortalidad.
El texto también anima a quienes acepten esta visión en sus corazones a no desanimarse ante la maldad presente en el mundo, ya que estos tiempos oscuros serán acortados en beneficio de los elegidos. Cristo, lleno de justicia, apoyará a los gobernantes justos y, en este período de redención, habrá "un solo rebaño y un solo pastor". Finalmente, invita a todos a acudir a Él para obtener alivio y paz, prometiendo que su carga será liviana para aquellos que lo sigan.
Este texto trata sobre el concepto del "Reino de los Mil Años" en una visión cristiana mística. En él, se establece que Cristo, como la verdadera manifestación de Dios, se ha esforzado y seguirá esforzándose para ser aceptado como la única fuente de luz espiritual entre la humanidad, y ninguna fuerza podrá desalojarlo de su campo de influencia. Cristo es la "piedra angular" rechazada por muchos, y advierte que quienes se opongan a Él serán destruidos espiritualmente.
El número 1000 simboliza la plenitud de la divinidad de Cristo: el "1" representa su persona humana y las "000" su naturaleza divina en su triple aspecto (Jesús – Jehová – Zebaot Immanuel).
A continuación el texto original revelado por el Señor a Jakob Lorber:
El reino de los mil años – 26 de marzo de 1864.
1. He procurado, procuro ahora y procuraré en el futuro que Yo, como el único y verdadero Cristo, alcance entre los hombres un verdadero significado interno en sus vidas, como ya en gran medida lo he logrado, y no permitiré que ninguna fuerza me expulse de Mi campo de luz. Este será el verdadero cimiento que el poder del infierno no podrá vencer. Yo seré la piedra angular que muchos constructores han rechazado de forma aleatoria. ¡Ay de aquel que se tropiece con esta piedra, pues se romperá como una vasija frágil; y sobre aquel en quien caiga la piedra, será reducido a polvo y cenizas! Y así vendrá Mi reino de mil años, que hasta ahora ha sido completamente incomprendido.
2. Pues quien observe atentamente la forma de los números arábigos antiguos, verá en su forma, mediante la correspondencia, algo completamente distinto de simplemente las mil unidades en el número mil, sino algo completamente diferente, como ya he dicho.
3. El número 1000, con su uno, me representa en la personalidad humana; y los tres ceros que siguen al uno me representan en la plenitud de Mi Trinidad divina. Así, la expresión "mil años" debe entenderse de modo que el número 1000 me representa a Mí mismo en la plenitud de Mi divinidad (Jesús – Jehová – Zebaoth Emanuel). La palabra "año" representa el tiempo en el que Yo permaneceré al frente del gobierno hasta el final, y guiaré a los pueblos de esta Tierra, en parte por Mí mismo y en parte a través de muchos de Mis nuevos siervos. Los hombres de este período bendito también tendrán que pasar la prueba de su libertad de vida, como ahora, y tendrán que luchar mucho con la materia. Pero, después de superar esas luchas, serán revestidos con el manto de la inmortalidad; y así vosotros estáis en el gran tiempo de transición.
4. Dichoso aquel que recibe esto en su corazón con fe y no se ofende por las muchas maldades que ahora ocurren en este mundo, pues no durarán mucho, ya que las acortaré en beneficio de Mis escogidos, y ellos me alabarán y se regocijarán mucho por ello. No destituiré a los justos gobernantes o benefactores de sus tronos, sino que los llenaré con Mi espíritu, y así habrá un solo rebaño y un solo pastor, para que se cumpla todo lo que durante Mi vida terrenal predije a los hombres.
5. Yo estaré en la gran puerta de entrada a la vida eterna y llamaré a todos: "Venid a Mí, todos los que estáis trabajados y cargados, y Yo os daré descanso; el yugo que Yo os he impuesto será suave y Mi carga será muy ligera." – Esto os lo doy a conocer como vuestro querido Señor y Padre. Amén.
Original alemán:
Das Tausendjährige Reich. – 26. März 1864.
1. Ich habe dafür gesorgt, sorge jetzt und werde auch künftig sorgen, daß Ich als der allein wahre Christus bei den Menschen zur wahren inneren Lebensgeltung gelangen werde, wie Ich schon jetzt vielseitig dazu gelangt bin, und werde Mich fürderhin von keiner Macht mehr aus Meinem Lichtfelde vertreiben lassen. Und das wird sein der wahre Fels, den die Macht der Hölle nicht überwinden wird. Ich werde sein der Eckstein, den die vielen Bauleute nach kreuz und quer verworfen haben. Wehe dem, der sich an diesem Eckstein stoßen wird, der wird zerschellen wie ein zerbrechlicher Topf; über den aber der Eckstein herfallen wird, der wird zu Staub und Asche zermalmt werden! Und mit dem wird da kommen Mein bis jetzt ganz mißverstandenes Tausendjähriges Reich.
2. Denn wer besonders die Gestalt der alten arabischen Ziffern nur mit einiger Aufmerksamkeit betrachtet, der wird in ihrer Gestalt auf dem Wege der Entsprechung ganz etwas anderes ersehen, als nur die tausend Einheiten bei der Zahl Tausend, sondern wie Ich sagte, ganz etwas anderes.
3. Die Zahl 1000 stellt mit ihrem Einser Mich in der menschlichen Persönlichkeit dar; und die drei auf den Einser folgenden Nullen stellen Mich in der Fülle Meiner göttlichen Dreifaltigkeit dar. Und so ist der Ausdruck „Tausend Jahre“ dahin zu verstehen, daß die Zahl 1000 Mich Selbst in der Fülle Meiner Göttlichkeit entsprechend darstellt (Jesus – Jehova – Zebaoth Immanuel). Das Wort „Jahr“ aber stellt die Zeit vor, in welcher Ich bis ans Ende an der Spitze der Herrschaft verbleiben werde und zum Teile Selbst und zum Teile aber durch viele Meiner neu erweckten Knechte die Völker dieser Erde leiten und führen werde. Sie (die Menschen in solch gesegneter Periode) werden zwar auch ihre Freiheitslebensprobe durchzumachen haben, so wie jetzt, und werden mit der Materie viel zu kämpfen haben. Aber nach überstandenen Kämpfen werden sie mit dem Kleide der Unsterblichkeit angetan werden; und ihr stehet sonach in der großen Übergangszeit.
4. Wohl jedem, der solches in seinem Herzen gläubig annimmt und sich nicht ärgert wegen der vielen nun in dieser Welt vorkommenden Teufeleien, denn sie werden nicht lange währen, – denn Ich werde sie Meiner Auserwählten wegen sehr abkürzen, und sie werden darob Mich loben und sehr frohlocken. Ich werde darum gerechte Herrscher oder Länderbeglücker nicht von ihren Thronen verstoßen, sondern sie mit Meinem Geiste erfüllen, und es wird dadurch Eine Herde und Ein Hirte sein, auf daß alles in Erfüllung gehe, was Ich bei Meiner irdischen Lebenszeit den Menschen geweissagt habe.
5. Ich aber werde stehen an der großen Eingangspforte zum ewigen Leben und werde allen zurufen: „Kommet alle zu Mir, die ihr mühselig und beladen seid, Ich will euch alle erquicken; euer von Mir euch auferlegtes Joch solle fürder gar sanft und Meine Bürde sehr leicht werden!“ – Das gebe Ich als euer lieber Herr und Vater hiermit euch kund und zu wissen. Amen.
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