El sentido de la vida

¿Cuál es el sentido de la vida de un ser humano?

La máxima autoridad para responder a esta pregunta es el Creador. Este Creador se hizo hombre y anduvo con nosotros y nos enseñó a comprender el sentido de la vida. Nos enseñó cuál es nuestro origen y cuál es el propósito del ser humano. La nueva revelación a Jakob Lorber responde extensamente a esta pregunta. Aquí un ensayo.

El ser humano existió como concepto desde la eternidad en forma de espíritu. La idea del Creador es que esos espíritus se conviertan en dioses igual que el Creador, es decir, seres independientes con todo el mismo poder que el Creador.

Esta idea se puede representar en la imagen de un Padre y sus hijos: El Creador es el Padre y los espíritus son los hijos. Esta imagen la puede comprender todo ser humano que ha nacido en este mundo. Todo humano que toma conciencia de la experiencia de haber nacido de un padre biológico.

La máxima alegría para un padre terrenal es ver a su hijo completamente libre y que le retribuya el máximo amor hacia él. De la misma manera, como muestra esta imagen terrenal, se entiende el sentido de la vida espiritual: Se trata de tomar conciencia de que somos hijos del Creador y que debemos renacer espiritualmente.

Este concepto se conoce como el renacimiento espiritual. Ese es el sentido de la vida: el renacimiento espiritual. ¿En qué consiste? En unificar el alma con el espíritu que cada humano tiene de forma particular. El espíritu de cada hombre es como una pequeña chispa del gran fuego del Espíritu de Dios. Es como una gota del océano que es Dios.

La esencia de Dios es el Amor. La esencia de nuestro espíritu es el amor también. El alma es un recipiente que hace visible a nuestro espíritu. Pero el alma necesita fortalecerse para poder unificarse con su espíritu. El fortalecimiento se realiza a través de reconocer el mundo y decidir renunciar a sus placeres. Esta decisión conlleva al alma a distanciarse de cada una de sus debilidades para que con el tiempo ésta despierte al espíritu.

El renacimiento espiritual no sucede de la noche a la mañana. Hay un avance paulatino. El Señor habla de porcentajes. Habla de un 50% y de un 100%. El renacimiento espiritual debería realizarse durante esta vida terrenal. En el más allá también se puede realizar, pero es mucho más tedioso y más largo. Por tanto, el sentido de la vida es el renacimiento espiritual.

¿Cuál es la clave para crecer en el renacimiento espiritual?

El amor a Dios. El amor al prójimo es una consecuencia del Amor a Dios. Amas automáticamente al prójimo porque reconoces que él también es un hijo del Padre. No puedes amar al Padre y odiar a tu hermano.

Si vemos la vida de los apóstoles, por ejemplo, la de Pedro, Jesús lo llamó a seguirle. Estuvo unos 3 años acompañándole durante Su Ministerio. Poco a poco fue creciendo en el amor y, por tanto, en el renacimiento espiritual. Cuando Jesús resucitó, lo probó y le preguntó: "¿Me amas?". Esta pregunta servía para que Pedro supiera cuánto había renacido espiritualmente.

La única verdadera medida que tenemos para saber cuánto hemos renacido espiritualmente es el amor a Dios y al prójimo.

Pero hay casos en donde un ser humano realiza un renacimiento espiritual en menor tiempo. Este caso se observa en el rey Abgaro, que en pocos meses su ser se convirtió en un enorme fuego de amor por Jesús, mejor dicho, por el Creador.

Otros casos han sucedido en el más allá, como el caso de Roberto Blum, del obispo Martín, del pobre en la obra Más allá del umbral. Quien tiene acceso a las obras reveladas a Lorber, tiene un tesoro. Quien quiera saber cuánto provecho está obteniendo de ellas, que mida su amor a Dios. Eso es todo.

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