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Mostrando entradas de agosto, 2017

¿Por qué la debilidad es mejor que la fortaleza?

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21 de abril de 1843 1. Dale esto a Mi amado A. H. W. en el día de su onomástico que quiere saber por qué la debilidad es mejor que la fortaleza. 2. ¡Escúchame, mi amado amigo y hermano en Mi Amor! Respecto a tus tres textos que te parecen algo oscuros, escritos por mi amado Pablo, en el capítulo 12 de la segunda carta a los Corintios , estas palabras también ya han sido dichas por Mí, en los diferentes textos, tanto en el Evangelio como en el de los profetas , en especial en los de Job , Jeremías y en los Salmos de penitencia de David . 3. Pero claro, ellos son un poco oscuros para ojos espirituales aún débiles. Por eso, Yo quiero darte también ahora en tu día, una pequeña lámpara llena de aceite de Mi Gracia tomada de Mi Amor. ¡Esta lámpara te aclarará textos similares de forma tan maravillosa que te parecerán transparentes, como si fueran iluminados por el Sol! —¡Y ahora escucha entonces! — esta lámpara es y consiste en: 4 . Cuando Yo Mismo represent...

Oración de emergencia

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¡Oh, Mi Señor Jesús, que siendo Tú la máxima Misericordia, has sido mal reconocido por mí, que soy un gran y muy necio pecador! ¡Mírame por piedad, aquí abajo, que deambulo perdidamente como un muerto! ¡Ayúdame de mi enorme emergencia!  ¡Por supuesto que sé que soy un pecador indigno pero, oh Señor, tan solo envía un siervo de Tu Misericordia , sí, el más pequeño!  ¡Que venga a mí, aquí abajo, a esta profundidad de la perdición. Por piedad no permitas que yo sucumba, sino protégeme de las llamas y humareda de la maldad de este mundo, porque estas me marean y me confunden! ¡Que se haga Tu Santa Voluntad!  Amén. dadi

Cómo atraes el espíritu para renacer

 Sólo cuando el alma, que está mezclada con la carne, por medio de una adecuada abnegación se ha fortificado de tal manera que es capaz de acoger al espíritu liberado y mantenerlo con ella, sólo entonces las ataduras del espíritu pueden ser suprimidas. 10 De ahí resulta que únicamente mediante diversas tentaciones el hombre puede volverse consciente de sus flaquezas y darse cuenta dónde y cómo está todavía atado su espíritu. 11 Si luego el hombre renuncia precisamente a estos puntos con todo su corazón, entonces suelta las ataduras del espíritu y en la misma medida fortifica el alma. 12 Una vez fortificada el alma con todas las antiguas ataduras del espíritu, este fluirá libremente en ella 13 y así alcanza toda la celestial plenipotencia del espíritu, volviéndose eternamente uno con él Fuente: infanciaJesus 199.9-13

Cómo obtener la fortaleza

Acto seguido Set se dirigió a Enoc y le dijo: «Oye, Enoc, a nuestro padre Adán le ha entrado una gran flojera y necesita comer algo, pero el voto le obliga a no comer nada durante todo el día. Dime, si es posible, de qué manera el patriarca podría deshacerse de su flojera... 14 ¡Haz cuanto esté en tu mano! A pesar de que también a mí me ha llegado la Vida, todavía siento en mi interior algo de flojera; y por eso poco apoyo podré dar al patriarca. 15 Tú mismo, sin embargo, tienes fuerza en abundancia. Por eso, ¡aconséjalo!». 16 Entonces Enoc se dirigió directamente a Adán: «Padre, ¡no te dejes vencer por la tentación! El Señor mismo te manda esta prueba para tantear la fuerza de tu alianza. 17 Cuando aún no existías, el Señor sabía muy bien cómo darte la existencia, y fuiste un hombre y espíritu libre, completa...

Como me libré de mi ansiedad

Hasta los treinta años, viví en un estado de ansiedad casi continua, salpicada con periodos de depresión suicida. Ahora lo siento como si estuviera hablando de una vida pasada o de la vida de alguien diferente. Una noche, no mucho después de cumplir veintinueve años, me desperté de madrugada con un sentimiento de absoluto terror. Había despertado con ese sentimiento muchas veces antes, pero esta vez era más intenso que nunca. El silencio de la noche, los contornos vagos de los muebles en la habitación oscura, el ruido distante de un tren, todo parecía tan ajeno, tan hostil y tan absolutamente sin sentido que creó en mí un profundo aborrecimiento del mundo. Lo más odioso de todo, sin embargo, era mi propia existencia. ¿Qué sentido tenía continuar viviendo con esta carga de desdicha? ¿Por qué seguir con esta lucha continua? Podía sentir un profundo anhelo de aniquilación, de i...

Por qué permite Dios el sufrimiento?

Yo ayudo en el momento oportuno a aquel que, bajo Mi permiso, sufre todo tipo de sufrimientos y penurias. Yo permito, pues, que venga todo tipo de maldad sobre quienes aún albergan una u otra chispa de vida celestial en sus corazones. Porque esto puede ayudar a reducir la soberbia en el corazón del hombre y hacer que la persona piense en Dios, que crea en él y se vuelva más humilde. También puede hacer reflexionar al hombre sobre el porqué Dios visita con tales males. Puede ayudar al habito de la lectura de las escrituras y a tomar conciencia de que su vida es injusta y egoísta y a decidir cambiar y reparar todo daño hecho a los demás. La persona puede llegar al punto de concluir que sólo el Todopoderoso puede ayudar cuando la fe va creciendo poco a poco hasta la madurez espiritual. (gej7.29)

Oración matutina

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¡Oh gran Dios! ¡Padre Santísimo! ¡Tú, que eres el Amor Eterno lleno de Misericordia y Gracia! Como un débil niño estiré ayer los miembros cansados sobre el lecho bendecido y descansé allí hasta en la mañana en Tu Gracia infinita y me levanté, lleno de la fuerza de Tu Indulgencia. ¿Quién es capaz de desentrañar el Tamaño de Tus infinitas Obras de Amor que haz hecho en nosotros, los hijos del hombre? ¡Oh, permite que yo pueda comprender de todas ellas tan solo la parte más pequeña! ¡Qué es el hombre, comparado a Ti, que Tú Te acuerdas de él? Oh, Tú, de Quien, ante Tu aliento más suave, las eternidades huyen como copos de nueve ante una tormenta poderosa! ¡Cuán infinitamente grande debe ser Tu Amor que el débil hombre puede subsistir delante de Ti — a pesar que es nada más que un ser completamente ingrato, en todo su supuesto amor y humildad, y que eternamente nunca puede, ni podrá medir cuán gran deudor es él delante de Ti! ¡Oh, Padre Santísimo, universos enteros de mundos apenas son ...