Enseñanza básica de la Palabra eterna
10 de mayo de 1862
Aclaraciones del Señor a una consulta de Johannes Busch.
1. Juan 8:31: «Entonces Jesús dijo a los judíos que habían creído en Él: “Si permanecéis en mis palabras, verdaderamente sois mis discípulos”».
Dije a los judíos que creían en Mí: “Si permanecéis en Mi enseñanza (no solo en Mis Palabras) —no solo recordándola, sino también poniéndola en práctica—, entonces seréis verdaderamente Mis discípulos y reconoceréis en vosotros mismos que Mis palabras proceden de la boca de Dios. Estas palabras son la verdad eterna y viva que os hará verdaderamente libres de la noche de cualquier duda”.
2. Juan 11:25-26: Jesús le dijo: “Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí, aunque muera, vivirá; y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá jamás. ¿Crees esto?”
Cuando los discípulos y otros creyentes Me preguntaron: “¿Cuándo resucitaremos a la vida después de la muerte del cuerpo?”, Yo respondí: ¿Cómo podéis preguntarme esto de nuevo? ¡Yo soy la Resurrección y la Vida eterna! El que cree en Mí, en la práctica, ya ha resucitado en Mí y vivirá continuamente en el alma, aunque el cuerpo, si fuese posible, muriera mil veces. Porque quien ahora vive y cree en Mí, en la práctica, nunca morirá (es decir, en lo que respecta al alma).
3. Juan 14:6: Jesús le dijo: “Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie viene al Padre sino por mí”.
Que Yo soy el Camino (a través de Mi enseñanza), la Verdad y la Vida, lo descubrirá todo aquel que crea en Mí con fe viva y en toda acción y llegue a Mí de corazón. Y quien así venga a Mí, viene al Padre, que habita en Mí y es Uno conmigo. Sin embargo, quien no venga a Mí de esta manera, ciertamente tampoco llegará al Padre, que es el Amor eterno.
4. Juan 14:23: Jesús le respondió: “El que me ama, guardará mi palabra; y mi Padre lo amará, y vendremos a él y haremos nuestra morada en él”.
Cuando Me preguntaron cómo se podía cumplir Mi Palabra, es decir, Mi Enseñanza, de manera sencilla en la práctica, respondí:
“Quien Me ama más que todo en el mundo y al prójimo como a sí mismo, verdaderamente guarda Mi Palabra, y el Padre, el Amor en Mí, lo amará. ¡Y así Nosotros —el Padre como el Amor en Mí, Yo como la eterna Sabiduría (o el Hijo) y el Espíritu Santo como el eterno e infinito Poder y Fuerza de Mi Voluntad— vendremos a él, haremos morada en él, y entonces será perfecto como el Padre en el Cielo (que es Mi Corazón) es perfecto!” —Así es como debe entenderse. — — —
Fuente: Dádivas del Cielo, tomo 3, cap. 620510 (dadi3.620510)
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