La comida preferida de Jesús

El Señor:

Cuando nuevamente trajeron pan y vino fresco a la mesa y nos refrescamos un poco, Martha vino y Me preguntó qué es lo que más Me gustaría comer para la cena.

Dije Yo: “Mira, Mi querida Martha! ¡Los hombres que escuchan Mi Palabra y viven según ella son Mi Comida favorita y también Mi Bebida favorita! — ¿Has entendido bien estas palabras ahora?”

Martha dijo con una voz algo ansiosa y desconcertada: “¡Pero Señor y Maestro! ¿No querrás comer carne humana?”

Dije Yo: “Tú, Mi querida Amiga, aún no has profundizado en asuntos del Espíritu! Cuando digo que 'los hombres, que escuchan Mi Palabra, la toman en serio y viven y actúan en consecuencia, son Mi Comida y Bebida favoritas', ¿estoy hablando de una comida para el espíritu o para la carne? Yo te digo, a ti y también a todos los que están aquí, que el hombre no vive solo de pan y vino, sino más bien de cada Palabra que sale de la boca de Dios que la pone en acción; y así, la Palabra de Dios es un alimento muy excelente para el hombre por completo, mientras que el pan de esta tierra solo nutre su cuerpo físico mortal y no al mismo tiempo su alma y espíritu.

Y así como Dios a través de la Palabra es el plato principal para todo hombre, así también el hombre que reconoce a Dios, lo ama por encima de todo y cumple Su voluntad es también una buena y muy refrescante comida para el Amor eterno en Dios. Si has entendido esto ahora, puedes poner en la mesa hoy para la cena un buen plato de pescado bien preparado para nosotros”.

Martha dijo: “Oh Señor y Maestro, ahora te entiendo, que antes solo te referías a una comida espiritual y una bebida espiritual, y Te agradezco fervientemente Tu gran Paciencia conmigo”.

Fuente: Gran Evangelio de Juan, tomo 8, capítulo 93, versículos del 1 al 6, recibido por Jakob Lorber.

GEJ 8.93.1-6

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