Padre Santo, ¡no te demores!

Oh Padre lleno de amor, Padre santo, te pido que no te demores y
retires de mí la serpiente que me aleja completamente de la vida del
espíritu, llevándome a dormir Insufla dentro de mí tu divino consuelo
paternal para que yo no me vaya destruyendo poco a poco en mi elemento
de la antigua muerte y me muera en el veneno suavemente enfriante de
mi propia serpiente de sensualidad mundana.

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