Oración del corazón
¡Oh Padre, Señor y Dios, Te alabamos, Te agradecemos! —¡A Ti, Dios y Padre, Te honra toda la Creación con sus espacios; todas las estrellas y todos los cielos están llenos de Tu Gloria! ¡En cada momento todos los ángeles y los ejércitos celestiales sirven a Tu Voluntad! Los querubines y serafines cantan con sublime voz: "¡Nuestro Dios es santo y nuestro Padre es sagrado! ¡Todas las naciones, todos los mundos y todos los cielos están llenos de Su Gran Nombre!".
¡Ah, mi Dios y Padre, ayuda, ayuda,ayuda para que Tu Nombre Santísimo, poderoso y fuerte por sobre todas las cosas también quiera ser santificado por todos nosotros y a través de nosotros¡ — ¡No permitas que Tu Nombre quiera ser impurificado a través de pensamientos, palabras u obras! ¡Ten misericordia, ten misericordia de mí y de los míos y de los hombres!
¡Mira, mi Dios y Padre, has dado misericordiosamente a mi corazón una luz muy clara y has dejado que yo sepa y experimente la sabiduría secreta que mora en forma escondida y que fluye desde Tu Amor y Misericordia infinitos hacia mi corazón, que aún está altísimamente impuro! ¡Oh esconde tu Faz divina de mis fechorías y crea, crea, crea dentro de mí, oh Dios y Padre, un corazón puro y dame un cierto espíritu, — sí, Tu Espíritu Santo dámelo!
¡No me expulses, oh mi Dios y Padre sino consuela, consuela, consuélame siempre con Tu Amor y Gracia! Ah, mi Padre, Dios y Señor, conviértenos Tú, para que seamos verdaderamente convertidos! ¡Ayúdanos Tú para que seamos realmente ayudados! — ¡Y ten misericordia de todos los hombres, almas y espíritus! — Amén. — Oh mi Jesús, en Tu Nombre santísimo, poderoso y fuerte por encima de todas las cosas. — ¡Amén!
¡Ah, mi Dios y Padre, ayuda, ayuda,ayuda para que Tu Nombre Santísimo, poderoso y fuerte por sobre todas las cosas también quiera ser santificado por todos nosotros y a través de nosotros¡ — ¡No permitas que Tu Nombre quiera ser impurificado a través de pensamientos, palabras u obras! ¡Ten misericordia, ten misericordia de mí y de los míos y de los hombres!
¡Mira, mi Dios y Padre, has dado misericordiosamente a mi corazón una luz muy clara y has dejado que yo sepa y experimente la sabiduría secreta que mora en forma escondida y que fluye desde Tu Amor y Misericordia infinitos hacia mi corazón, que aún está altísimamente impuro! ¡Oh esconde tu Faz divina de mis fechorías y crea, crea, crea dentro de mí, oh Dios y Padre, un corazón puro y dame un cierto espíritu, — sí, Tu Espíritu Santo dámelo!
¡No me expulses, oh mi Dios y Padre sino consuela, consuela, consuélame siempre con Tu Amor y Gracia! Ah, mi Padre, Dios y Señor, conviértenos Tú, para que seamos verdaderamente convertidos! ¡Ayúdanos Tú para que seamos realmente ayudados! — ¡Y ten misericordia de todos los hombres, almas y espíritus! — Amén. — Oh mi Jesús, en Tu Nombre santísimo, poderoso y fuerte por encima de todas las cosas. — ¡Amén!
dadi 1.400504
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