Una buena regla para la lectura útil de las palabras antiguas y nuevas
2. Al leer las Escrituras con frecuencia, habéis llenado vuestra memoria hasta el tope; pero preguntadle a vuestro espíritu qué ha ganado de esto, y su respuesta contundente será:
3. "Mira, sin duda, estoy rodeado caóticamente de todo tipo de materiales de construcción, y las vigas y las piedras yacen en un montón desordenado; ¡Pero de todos estos materiales de construcción no se edifica ni siquiera una choza mala en la que yo pueda vivir libremente! ¡Aunque se apile el material de construcción constantemente, con todo tipo de gemas y así la madera de cedro más hermosa se encuentre en una pila torpe delante de mí - sí, pero todo esto no me sirve! Y, aunque ocasionalmente se haya comenzado a crear un poco de orden, si aun se continúa agregando una cantidad colosal de material nuevo, de modo que debo cansarme en mi actividad y al final me estremezco al ver tal cantidad de material que se debe arreglar, me pregunto tristemente, cuándo todo este material será organizado para construir una buena casa!"
4. ¡Mira, esa es una respuesta muy completa que da el espíritu y que toda persona que haya leído mucho tiene que encontrar dentro de sí misma de la forma más clara!
5. Si una persona ha estado leyendo unos pocos miles de libros a lo largo de su vida, ¡qué desastre debe tener en su memoria al final! Y si va bien, producirá tanto, después de una lectura tan generosa, que se da cuenta de que no sabe nada.
6. ¿Pero qué significa esta confesión? ¡Nada más que un lamento melancólico del propio espíritu, que muestra que, de toda esta enorme cantidad de material de construcción, él ni siquiera ha obtenido una choza extremadamente mala para la vida libre!
7. Así que hay personas que pueden memorizar palabra por palabra del Antiguo y Nuevo Testamento; pero si les pides que te den el significado interior de un solo versículo, ellas sabrán tanto como aquellos que no pueden memorizar ni siquiera un solo versículo, y que, a menudo, apenas saben que existe una escritura sagrada. - ¿De qué os sirve entonces todo este hermoso material?
8. El espíritu vive solo en lo espiritual; pero si ni siquiera se puede construir una mala choza a partir de este material en el espíritu interior de la verdad, ¿en dónde habrá de vivir entonces, a dónde va su cálculo y desde qué punto debe comenzar a organizar el material?
9. ¿No es mejor tener menos material, pero a partir de ahí construir una vivienda pequeña y respetable para el espíritu, de modo que el espíritu obtenga un lugar firme y libre desde el cual haga sus planes siguientes para usar el nuevo material que ingresará después a la obra?
10. ¿Qué tipo de valor tendría un campo, aunque sea el mejor suelo, si se siembra miles de diferentes tipos de semillas mezcladas entre sí? Las semillas germinarán adecuadamente; ¿Pero de qué le sirve esto al sembrador? En verdad, el rendimiento de este campo difícilmente se podrá utilizar como un alimento pobre para el ganado. Las plantas más fuertes asfixiarán a las más débiles, las malezas proliferarán y el grano de trigo solo crecerá muy escasa y defectuosamente.
ll. De esto se deduce evidentemente que en donde se quiera obtener algún beneficio, hay ejecutarse dentro de un orden, evitando que las espinas, cardos, forraje y nabos se mezclen entre ellos, ya que esto no puede ser de ninguna utilidad.
12. ¿Pero qué es este orden?
13. Si tienes un trigo limpio, siembralo en un campo también limpio y bueno, y así obtendrás una cosecha limpia y buena.
14. Si tienes un buen sitio de construcción y tienes material para ello, no tienes que esperar hasta que se haya acumulado un montón de material de construcción antes de poder comenzar a construir la casa; ¡porque solo llenará todo el sitio de construcción con la pila demasiado grande de material de construcción!
15. Y luego el maestro de obras vendrá y le preguntará: "Amigo, ¿dónde quieres empezar a construir la casa?", ¿Qué le dirás entonces? - Ciertamente nada más que: "¡Aquí, amigo, aquí en donde está la gran pila de material de construcción!"
16. Y el maestro de obras te dirá: "¿Por qué permitiste que este material se apilara en el sitio antes de que hiciéramos el plan y excaváramos el terreno? Si quieres tener la casa en este sitio, debes mudarte. Dejando todo este material a un lado y tengo que despejar el lugar por completo, solo así vendré, mediré el lugar, diseñaré el plan, luego cavaré el suelo y, al final, examinaré el material, si es bueno para la construcción de la casa!"
17. Mira, de esta parábola, puedes ver claramente cuán poco beneficiará a alguien, si no procedes en el mismo orden.
18. ¿Pero cuál es este verdadero orden? Este verdadero orden consiste simplemente en el hecho de que cada uno comience a organizar cada nueva carga o transferencia del material como vivienda y que no recurra a una segunda carga hasta que haya procesado la primera. De esta manera, la construcción avanzará rápidamente y siempre tendrá suficiente espacio libre a su alrededor, sobre el cual podrá colocar suficiente material de construcción nuevo en un buen orden.
19. Ahora dicho en buen cristiano y de manera bastante comprensible, este orden consiste en el hecho de que cada uno entre en acción inmediatamente según lo poco que ha leído y que luego organice su vida en coherencia a lo leído; así, las lecturas le serán útiles. De lo contrario estas serán perjudiciales; ¡Por eso que cada uno no sea solo un oyente puro de la palabra, sino también uno que la ponga en práctica y en acción!
20. ¡En el próximo capítulo seguirán más recordatorios!
Fuente: Capítulo 1 de la obra "Aclaraciones de las Sagradas Escrituras", anexo a la obra "El Sol Espiritual" recibido por Jakob Lorber.
Comentarios
Publicar un comentario