Parabolas: que son, cuantas hay y más datos



Por Plutarco Bonilla

¿Sabías que también en el Antiguo Testamento existen parábolas? ¡Sí! ¡Y hasta fábulas, esas historietas en que animales y árboles se comportan como si fueran personas! ¿Las recuerdas? Puedes repasar el siguiente pasaje bíblico, para que veas un ejemplo: Jueces 9.8-15.

Jesús fue, no obstante, y sin lugar a dudas, el insuperado e insuperable maestro en el uso de las parábolas. Nadie las ha creado ni usado como Él. Sus parábolas se destacan tanto por la sencillez y la belleza del relato mismo, como, sobre todo, por la profundidad de su significado. Y las conocen no solo quienes se confiesan cristianos. Más aún, los títulos con que conocemos algunas de ella se han convertido en fórmulas independientes, de uso general. Así, al hijo descarriado se le llama «hijo pródigo», y a la persona que hace el bien sin medir el sacrificio se le conoce como un «samaritano».


¿Qué son las parábolas? ¿Cuántas hay en los evangelios del N
uevo Testamento?
Para responder a estas preguntas, la Biblia de Estudio de las Sociedades Bíblicas Unidas puede servirte de gran ayuda. Si vas al Índice temático, descubrirás que hay un artículo que se llama, precisamente, «Parábolas». (En la edición del Nuevo Testamento y los Salmos está en la p. 772; en la de la Biblia completa, en la p. 1939.)

Lo primero que encuentras ahí es, en realidad, la explicación de lo que es una parábola. Dice: «Ejemplos, comparaciones o alegorías en los que, partiendo de una realidad sensible, se comunica un mensaje al oyente o lector y se le invita a una decisión personal. Se aplica este término especialmente a los que tienen la forma de una pequeña narración».
Muy bien, ya sabes lo que es una parábola. Son pequeñas historias en las que lo importante es su significado, la enseñanza que encierra. Pero, ¿cuántas son?
En ese mismo Índice hay una lista de cuarenta y siete parábolas. Quizás en tus lecturas te encuentres con que otros autores señalan que Jesús dijo más parábolas (o menos) que las de esa lista. No se trata de un error. Lo que pasa es lo siguiente: No todos los estudiosos están de acuerdo en qué es y qué no es una parábola. Jesús, en ocasiones, narró unos «relatos» tan pequeños, que algunos autores prefieren referirse a ellos como «dichos parabólicos» y no como «parábolas».


¿Cómo deben entenderse las parábolas? 

 Ya sabes, en principio, qué son las parábolas. Pero, ¿cómo vas a interpretarlas?


También aquí viene en tu ayuda la Biblia de Estudio.
 
Observa:
 
Hay un pasaje en que los discípulos le preguntan a Jesús acerca de las parábolas. Lo encontrarás en Mateo 13.10-17. La primera cosa que descubres, cuando lo encuentras, es que tanto en Marcos como en Lucas hay pasajes paralelos. (Por razones de espacio vamos a limitarnos al texto de Mateo.)
Al leerlo, y debes hacerlo con todo cuidado, notarás que en varios versículos hay indicaciones de que la parte inferior de la página contiene algunas notas explicativas. También tienes que leerlas y, en algunos casos, seguir sus indicaciones.

Por ejemplo, hay una nota en el versículo 11. Antes de seguir adelante, debes ir de nuevo al Índice temático y buscar «Designios secretos». Ahí se te explica de qué se trata y, a su vez, se señalan otros textos bíblicos para que los consultes. (Has de tener presente que si en esos otros versículos hay notas relacionadas con el tema que estás estudiando, también debes leerlas.)
Este texto y las notas correspondientes te dan mucho material para tu estudio. No pierdas de vista el hecho de que la Biblia que tienes en tus manos es una Biblia de Estudio. Eso quiere decir que no hace el estudio por ti, sino que te guía para que tú lo hagas.


El buen samaritano
 
Tomemos ahora una parábola bien conocida: la del buen samaritano. Está en Lucas 10.25-37.

También notarás algo muy importante cuando leas este texto: aunque la parábola misma está en los versículos que hemos indicado, ella es parte de un pasaje más amplio, que abarca hasta el versículo 37.

Tienes que tomar esto en consideración, porque te indica cuál es el contexto en que se narra el relato y, a su vez, explica cuál es el propósito del mismo. Conocer esto es fundamental para la correcta interpretación. Recuerda siempre que al estudiar cualquier pasaje de las Escrituras debes determinar cuál es «la unidad de significado», es decir, cuáles versículos, a los que pertenecen los que vas a estudiar, constituyen una unidad en sí.

En segundo lugar, nota que bajo el título no hay ninguna referencia bíblica. Eso quiere decir que la parábola solo se encuentra en este evangelio. Pero, descubrirás también que sí hay varias notas que se refieren a la primera parte, y que en ellas se mencionan textos de otros evangelios. Esto quiere decir que esa primera parte sí tiene paralelos o que se trata de casos semejantes, aunque no exactamente iguales. Leelos, porque arrojarán luz y comprenderás mejor. Lee, así mismo, las referencias al Antiguo Testamento, y nota los textos bíblicos que citaron tanto el Señor Jesús como el maestro de la Ley.

Para entender mejor el significado del texto, tanto el de los conceptos como la valoración emocional de algunos detalles de la narración, se ha incluido una serie de notas relacionadas con aspectos importantes como los siguientes: (1) cosas que sucedían en la época de Jesús (que indican que lo del asalto de los ladrones no fue un mero invento de su imaginación: nota x); (2) la profesión o la condición de algunos de los personajes: notas y, z, c; (3) usos y prácticas de la época: notas a, b; (4) enseñanzas de la Ley que se habían olvidado: nota w; (5) aspectos de carácter psicológico o emocional que explican las reacciones de los diversos personajes, incluyendo las de Jesús: notas z, c, d.

Con este conjunto de ayudas, más otras que tu propia imaginación te ayudará a encontrar (como, por ejemplo, la Introducción al Nuevo Testamento [37], para saber más de los maestros de la Ley), tienes un riquísimo material que te permitirá entender mucho mejor qué quiso enseñar Jesús cuando contó esta conmovedora historia.

Y, dicho sea de paso… la nota te declara cuál es el núcleo o elemento esencial de esa enseñanza.

Parábolas en el Antiguo Testamento
  •  Jue 9.7–15; 2 Sam 12.1–4; 2 Sam 14.1–7; Is 5.1–7; Ez 15; 16; 17.1–10; 19; 31.1–9; 34.

Parábolas en el NuevoTestamento
  1. – Amigo inoportuno Lc 11.5–8.
  2. – Árbol y sus frutos Mt 7.16–20; Lc 6.43–45.
  3. – Bodas o luto Mt 9.15
  4. – Buen pastor Jn 10.1–16.
  5. – Buen samaritano Lc 10.29–37.
  6. – Casa sobre arena o sobre roca Mt 7.24–29; Lc 6.47–49.
  7. – Cizaña en el trigo Mt 23.24–30.
  8. – Constructor de una torre Lc 14.28–30.
  9. – Crecimiento de la semilla Mc 4.26–29.
  10. – Diez vírgenes Mt 25.1–13.
  11. – Dos deudores Lc 7.41–43.
  12. – Dos hijos Mt 21.28–32.
  13. – Fariseo y publicano Lc 18.9–14.
  14. – Gran cena Lc 14.15–24.
  15. – Higuera Mt 24.32–33; Mc 13.28–29; Lc 21.29–31.
  16. – Higuera sin fruto Lc 13.6–9.
  17. – Hijo pródigo Lc 15.11–32.
  18. – Hijo que pide al padre Mt 7.9–11; Lc 11.11–13.
  19. – Labradores malvados Mt 21.33–46; Mc 12.1–12; Lc 20.9–19.
  20. – Lámpara en lugar oculto Mt 5.15; Mc 4.21; Lc 8.16.
  21. – Levadura Mt 13.33.
  22. – Mayordomo astuto Lc 16.1–9.
  23. – Mujer que encuentra su moneda Lc 15.8–10.
  24. – Niños que juegan Mt 11.16–19; Lc 7.31–35.
  25. – Nuevo y viejo Mt 13.52.
  26. – Obreros de la viña Mt 20.1–16.
  27. – Pastor que encuentra su oveja Lc 15.1–7.
  28. – Padre de familia y el ladrón Mt 24.42–44.
  29. – Perla preciosa Mt 13.45–46.
  30. – Puerta ancha y angosta Mt 7.13–14; Lc 13.23–30.
  31. – Red Mt 13.47–50.
  32. – Remiendo de paño nuevo Mt 9.16.
  33. – Rey que va a la guerra Lc 14.31–32.
  34. – Rico necio Lc 12.16–21.
  35. – Rico y Lázaro Lc 16.19–31.
  36. – Sembrador Mt 13.3–9, 18–23; Mc 4.2–9, 13–20; Lc 8.5–8, 11–15.
  37. – Semilla de mostaza Mt 13.31–32; Mc 4.30–32; Lc 13.18–19.
  38. – Siervo fiel y siervo malo Mt 24.45–51; Lc 12.41–48.
  39. – Siervo y su deber Lc 17.7–10.
  40. – Siervo malvado Mt 18.23–35.
  41. – Siervos que velan Mc 13.33–37; Lc 12.35–38.
  42. – Talentos Mt 25.14–30; Lc 19.11–27.
  43. – Tesoro escondido Mt 13.44.
  44. – Vid y pámpano Jn 15.1–6.
  45. – Vino nuevo en odres nuevos Mt 9.17; Mc 2.22; Lc 5.37–38.
  46. – Viuda y juez Lc 18.1–8.
Reina Valera Revisada (1995). (1998).  Miami: Sociedades Bíblicas Unidas.

Fuente: http://www.sbch.cl/sitio/2010/parabolas-que-son-cuantas-hay-y-mas-datos/

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