La mujer solar
Posición real de los cuerpos celestes el día 23 de setiembre de 2017 |
21 de diciembre de 1846
Aclaraciones de Apocalipsis de Juan, capítulo 12, versículos 1,2 y 5:
“Y apareció una gran señal en el Cielo: Una mujer, vestida con el Sol, con la luna debajo de sus pies, y sobre su cabeza una corona con doce estrellas. Y estaba embarazada, y clamaba con dolores de parto y sufría y gemía porque estaba a punto de tener a su Hijo. — Y ella dio a luz un niño, un varón, que gobernaría a todos los pueblos con vara de hierro. Y su Hijo fue arrebatado hacia Dios y Su Trono.”
1 Pero amigos, ¡cómo no entender algo tan claro y
fácil, que está muy cercano a vosotros y que ahora se encuentra
extendido ante vuestros ojos! ¿En dónde habéis dejado vuestro
espíritu, en dónde vuestros sentidos? ¡¿A quién están dirigidas
estas palabras?!
2 Si durante la noche alguien preguntara: “¿Dónde
está el sol?” En este caso, la pregunta es válida. Pero, oid, quien
durante el día pregunta por la posición del sol, ¿¡no significa
esto, o que está ciego o, por lo menos, mantiene los ojos cerrados a
propósito para jugar al “raton ciego” con la posición del sol!?
3 ¿Qué significa la “mujer”, la que aparece
vestida con el Sol? — La “mujer” es la noble imagen de un ser
humano sin la fuerza procreadora, aunque sea muy capaz y receptiva
para la procreación. Por tanto esta mujer es una perfecta imagen y
semejanza del ser humano, es decir no es una caricatura, no es un ser
humano desproporcionado.
4 Así mismo, Mi Doctrina, al igual que una mujer, es
la imagen y semejanza más perfecta al ser humano espiritual.
Doctrina que, con seguridad, aparece en el Cielo más perfecto,
porque está dentro de Mí y surge de Mí. Este ser humano
espiritual, que si bien por sí mismo no es capaz de procrear, pero
el ser humano es receptivo, a través de ella, para todo lo bueno del
Amor, lo que vendría a ser aquí el celestial y puro Amor a Dios que
representa la vida espiritual eterna que proviene de Mí. — La vida
espiritual del Amor a Dios es el “Hijo”, es decir el fruto de Mi
Doctrina que ha sido fecundado en el corazón del ser humano.
5 Por supuesto que sólo se trata de Mi Doctrina pura
como una mujer perfecta y celestial — Es decir no se refiere a
ninguna doctrina falsa ni a ninguna mujer monesca. Ahora, ¡ya no
habrá duda que es muy natural que esta mujer perfecta, o Mi
Doctrina pura, esté vestida con el “Sol”, es decir, vestida con
Mi Luz de toda luz, debido a que ella proviene de Mí Mismo!
6 Por decirlo en forma algo más culta: Ella pisa con
los pies a la “luna” (como símbolo del amor egoísta o amor al
mundo, algo que representa una polaridad completamente opuesta a la
esencia pura y celestial de ella) porque justamente esta celestial y
perfecta mujer, es decir Mi Amor puro, es la única que tiene la
capacidad para la recepción del Amor celestial que proviene de Mí.
7 Y por eso ella está adornada con “doce estrellas”,
es decir, con los diez mandamientos de Moisés y, sobre ellos, los
dos mandamientos del Amor (El Amor a Dios y al prójimo). — Por
cierto, no se trata ni de los doce apóstoles, ni tampoco de las
doce tribus de Israel, sino, como ya se dijo, adornada con todas las
doce leyes de la Vida eterna.
8 Pero la “mujer”, es decir, la doctrina activa,
proveniente de Mí, en el ser humano, quedará y ya está
“embarazada”. — ¿Embarazada con qué? — ¿Nunca habéis
escuchado del Renacimiento? ¿No dice el texto: “¡Quien no renazca
del espíritu, no podrá entrar al Reino de Dios!” (Jn. 3:5) ?
9 Mirad, el “niño” con el cual la mujer está
embarazada, es el Amor a Dios puro, que hace sufrir mucho al hombre
externo a través de las diversas autonegaciones, hasta que este Amor
celestial en el espíritu del ser humano alcance la madurez a través
de ella y lo conduzca al maravilloso renacimiento espiritual hacia la
Vida eterna.
10 ¡Pero el niño es un “varón”! — ¿Por qué
no es una niña, es decir una mujer en crecimiento? — Porque la
fuerza reproductora y creativa reside ( y debe estar sólo) dentro de
este Amor, como sucede con el hombre y no con la mujer.
11 Entonces este niño (o el Amor a Dios que ha nacido
de Mi Doctrina dentro del espíritu del ser humano) domesticará, con
“vara de hierro” (es decir con la inquebrantable Fuerza de Dios
), a “todos los pueblos”, es decir a todas las exigencias y
apasionamientos sensuales del mundo — y, de esta manera, ¡el
espíritu del ser humano, junto a todas sus inclinaciones, será
arrebatado hacia Mí y él obtendrá su gozo de Mi “Trono” que es
la verdadera Sabiduría proveniente de Mí por la eternidad!
12 ¡Mirad, este es el significado, fácil de
comprender, de estos versos! — De la misma manera todo debe ser
observado y comprendido con esta única Luz verdadera. De lo
contrario se convierte en una luz tenebrosa que, con el tiempo,
conduce a cualquier guía o líder hacia los pantanos y lodazales
oscuros.
13 ¡Comprended esto y tenedlo muy en cuenta! Amén.
Fuente: Dádivas del Cielo, tomo 2, c.461221, recibido por Jakob Lorber (dadi2.461221)
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