Ungüento evangélico - El médico que te sana doblemente
Dice el Señor:
Desde hace mucho tiempo podrías ya disfrutar de plena salud, si tuvieras plena confianza en Mí. Pero como tu confianza está dividida, también lo está tu salud. Porque ¿qué podría aportar Mi ayuda, si es eliminada por cualquier médico de sabiduría mundana?
Y si Yo ayudara a alguien a salir de su emergencia al mismo tiempo que un médico lo hace, ¿quién reconocerá tal ayuda como tal y quién Me dará la honra debido a que su fe está dividida, porque no sabrá si fui Yo o el médico quien le ayudó?
En caso que se busque Mi ayuda tan solo como la de un asistente de médico, mira, en este caso Yo Me tomo tiempo y digo: !Así como es el contrato, así es el trabajo! - A quién se le da el mayor contrato, tanto más tiene que trabajar!
Pero, ¿de qué le sirve al alma, y por lo tanto también al espíritu, que es la vida del alma, si Yo ayudara a la persona enferma en la medicina del médico?
Si la persona enferma se sana, ¿no depositaría ella toda su plena confianza en el médico y consideraría Mi ayuda solo como una quimera y a Mí, por lo tanto, poco a poco como algo completamente innecesario?
Mira, por eso no tengo mucho que ver con los enfermos del cuerpo físico.
Otra cosa sería si el médico confiara en Mí y Me diera la honra solo a Mí, y con él también el paciente. En este caso Mi ayuda es algo más seguro. Pero si el médico se ofende cuando una persona que se ha sanado exclama en su presencia: "¡Dios amorosamente me ha ayudado!", - pero el médico le reprende y le dice: "Si Dios te ayudó, ¿por qué me llamaste pues? ¡Podrías haber recurrido de inmediato a tu Dios en busca de ayuda! ¡Aquí solo yo, el médico, te he ayudado a través de mi arte y mi ciencia!
¿Cómo seré considerado Yo si soy un asistente del médico o cirujano?
Sí, solo un simple asistente que no tiene ningún derecho al más mínimo agradecimiento, sino que solo debo ayudar muy ocultamente para la ganancia y la honra de los médicos. ¡Similar al soldado que debe dejarse matar para la honra de algún general que descansa en su tienda de campaña!
Oh, mira, Me siento bastante bueno para tal trabajo y, por lo tanto, lo dejaré ser y no serviré ante tal ganancia vergonzosa.
Pero si quieres sanar por completo, entonces confía exclusivamente en Mí, y más que en tus ancianos y médicos, de lo contrario Yo no puedo ayudarte.
¡Debido a Mi gran misericordia, puedo permitir que los médicos te mantengan con vida pero con la salud a medias; pero nunca o casi nunca completamente sano!
Si supieras con cuánta alegría Me gustaría ayudar a muchos, ¡si tan solo vinieran a Mí con confianza, fe y amor!
Pero ahora, los mejores vienen apenas con un cuarto de fe, un sexto de confianza y un octavo de amor.
¡Mira, ante tales circunstancias hay poco que hacer para Mí entre los enfermos de todo tipo! Pero esto te lo digo a ti en este día, porque quiero hacer que sanes doblemente. Pero entiende bien lo que significa: ¡sano doblemente! - Todo esto lo digo Yo, tu querido Jesús.
Fuente: "El Cuidado de la salud", recibido por Jakob Lorber el 10 de mayo de 1842
----------------------------Der Arzt, der doppelt gesund macht
http://jakob-lorber.info/heilmittel-.html
"Du könntest dich schon lange der vollen Gesundheit erfreuen, wenn du ein volles Vertrauen auf Mich hättest. Allein wie da ist dein Vertrauen ein geteiltes, also ist auch deine Gesundheit eine solche. Was aber kann da Meine Hilfe bringen, so sie sogleich wieder von irgendeinem weltweisen Arzte vertrieben wird?
Und habe Ich da neben einem Arzt auch jemandem aus der Not seines Leibes geholfen, wer erkennt solches und gibt Mir dann die Ehre, da er geteilten Glaubens ist in dem, ob Ich oder der Arzt ihm geholfen habe? Wenn aber Meine Hilfe nur gewisserart also mitzotteln muss mit der Hilfe des Arztes, siehe, da lasse Ich Mir auch Zeit und sage: Wie die Zahlung, so auch die Arbeit! - Wer hier am meisten bezahlt wird, der soll auch am meisten arbeiten!
Was nützte es aber der Seele und somit auch dem Geist, welcher das Leben der Seele ist, so Ich dem Leibeskranken helfen möchte in der Medizin des Arztes?
Würde er, wenn er sobald genesen würde, nicht auch sein ganzes, volles Zutrauen auf den Arzt setzen, Meine Hilfe aber nur als eine Chimäre und Mich somit nach und nach für ganz entbehrlich betrachten?
Siehe, aus diesem Grund habe Ich da mit den Leibeskranken nicht viel zu tun. So aber der Arzt Mir trauete und Mir allein die Ehre gäbe, und mit ihm auch der Kranke, so wäre das freilich wohl etwas anderes und Meine Hilfe sicherer, als so der Arzt sich noch schmählich darüber aufhält, wenn ein Gesundgewordener in seiner Gegenwart ausruft: »Der liebe Gott hat mir geholfen!« - der Arzt aber dann beisetzt: »Wenn dir Gott geholfen hat, warum hast du denn hernach mich zu dir rufen lassen? Hättest ja gleich können dich zu deinem Gott um Hilfe wenden!
Hier habe ja nur ich, der Arzt, dir geholfen durch meine Kunst und Wissenschaft!«
Für was werde denn Ich im wahren Sinne gehalten, so Ich dem Arzt und Chirurgen soll einen Nachzottler machen?
Ja einen Nachzottler, der da nach guter Kur auch nicht auf den leisesten Dank irgendeinen Anspruch machen, sondern nur ganz im Verborgenen stets fleißig helfen soll für den Gewinn und für die Ehre der Ärzte - gleich wie ein Soldat, der sich auch für die Ehre irgendeines in einem Luftzelt schwelgenden Feldherrn muss totschlagen lassen!
O siehe, für solche Arbeit fühle Ich Mich denn doch etwas zu gut und werde es daher auch allzeit bleiben lassen, um solchen Schmähsold zu dienen.
Willst du aber vollkommen gesund werden, dann vertraue dich nur Mir allein fest an, und das mehr denn deinen Alten und Ärzten, sonst kann Ich dir nicht helfen.
Ich kann aus Meiner großen Erbarmung es wohl zulassen, dass du halbsiech erhalten wirst von den Ärzten; aber ganz gesund wohl sehr schwer oder nie!
Wenn du wüsstest, wie gerne ich so manchem helfen möchte, wenn er nur zu Mir käme voll Vertrauens und Glaubens und Liebe!
Aber jetzt kommen die Besten kaum mit einem Viertel Glauben, einem Sechstel Vertrauen und einem Achtel Liebe.
Siehe, bei solchen Verhältnissen gibt es denn auch für Mich bei den Kranken aller Art wenig zu tun! Solches aber sage Ich dir zu an diesem deinem Tag, dieweil Ich dich doppelt gesund machen will. Verstehe aber wohl, was das heißt: doppelt gesund! - Das alles sage Ich, dein lieber Jesus."
Quelle: HEIG.01_ 42.05.10
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