Vida del espíritu o meditación

Quien quiera entrar en la vida de su espíritu, necesita retirarse diariamente durante un tiempo en el perfecto silencio de su espíritu. Aquí no se debe deambular en todo tipo de pensamientos, sino que se debe coger un pensamiento y observarlo permanentemente como un objeto en particular.

El mejor pensamiento es el Señor.

Cualquiera que haga esto regularmente, con celo y con todo tipo de autoabnegación, comenzará a hacer crecer cada vez más los ojos y oídos de su espíritu.

No pasará mucho tiempo para que estos dos sentidos del espíritu estén tan elevados que con la mayor facilidad se verán formas espirituales del tipo más maravilloso, allí en donde antes parecía que todo era solo un vacío sin forma;

También se podrá escuchar sonidos y palabras donde antes parecía existir solo un silencio eterno.


Jakob Lorber, El Sol Espiritual 2.44.16-17

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