Que tire la primera piedra...

Una joven peruana se fue a estudiar a Brasil. Y vivía en un edificio de personas respetables, a excepción de una inquilina, acusada de ser una "mujer de la calle". Un día la joven peruana se enfermó  tanto que estaba postrada en cama  y no podía atenderse a sí misma. Nadie del edificio acudió a ayudarla, solo la "mujer de la calle"  cuidó de ella y, con mucho amor, le lavaba incluso la ropa interior manchada con sangre de su regla.

Esta historia de la vida real y me hace recordar a la iglesia en la que nací. Sí, es cierto, ella se ha corrompido en el pasado y hasta hoy se prostituye, pero fue la única que me amamantó con leche espiritual durante mis noches negras de mi infancia. Y ahora, ¿debo condenarla por su enfermedad? ¿Dónde estaría el agradecimiento y capacidad de amar, si le deseo la muerte? ...

El siguiente mensaje ha sido dado por el Señor:


La Posición sobre la Iglesia.

20 de agosto de 1840.

1. Quiero daros unas palabras a aquellos que creen leer en el mensaje  "El Camino al Renacimiento",  no Mi voz sino la de Satán, o por lo menos lo consideran como una obra vana de Mi siervo escribano. ¡A ellos sean dirigidas estas líneas!

2. Ellos dudan de la autenticidad de Mi Gracia. ¡Si Yo también fuera capaz de dudar, también podría dudar del amor de ellos! Porque, si bien es cierto, tienen la fe del intelecto, pero cuán lejos de ellos está aún un corazón creyente. - En vez de volver al corazón juicioso y susceptible mediante el sentimiento, sólo llenan al intelecto cada vez más y más. Este se les ha crecido, de tanto leer, como un balón lleno. Este balón está atado al corazón mediante el cordón de la voluntad. El corazón quiere expandirse  y respirar Mi Amor misericordioso a grandes bocanadas, especialmente cuando Yo entrego alguna justa humillación, un poco escondida  de tal manera que no pueda ingresar a través de los finos poros del balón de sus intelectos  y, por lo tanto, pueda encontrar entrada  cuando descienda al corazón.

3. Pero el balón del intelecto, lleno de los gases del aire, como si fuera un globo, jala entonces tan fuertemente al cordón de la voluntad, debido a su ligereza específica, de tal manera que las entradas de las cámaras espirituales del corazón son cerradas muy firmemente y las dádivas tampoco pueden ingresar aquí. ¿Y cuál es el resultado? Nada más que la duda, porque las dádivas vivas resbalan entre los extremos del cordón de la voluntad, hacia arriba y hacia abajo, y no encuentran entrada, ni en el primero (el intelecto), ni en el segundo (corazón). Por eso Yo tengo que actuar y quitar un poco de aire al intelecto, para que pueda bajar y así aflojar al cordón para que el corazón atado pueda recibir nuevamente aire.

4. El estado conforme al orden debe ser el siguiente:

El corazón es ampliado paulatinamente a través de la bajada humilde del intelecto hasta que acoge al mismo dentro de sí. Allí el intelecto mismo es calentado por el amor y se expande dentro del corazón. Con esto el amor sufre cada vez más tensión, se enciende al fin en su sublime calor, y la luz de su suave llama ilumina dulcemente al intelecto con una suave claridad.

Recién entonces resplandecen los tesoros del cielo en el intelecto, y, debido al calor de la luz, crecerán gradualmente y se diferenciarán y estructurarán cada vez más (como viéndolos bajo el microscopio) - de ello resulta entonces el hermoso entendimiento de corazón (y no el intelectual) del amor y de la verdadera y viva fe, y la semilla de mostaza se convierte en un árbol que invita a las aves del cielo (a tomar morada en sus ramas) y finalmente también a Mí mismo.
5. Lo dicho sirva para tu tranquilidad durante similares reproches futuros, ni que tú (Jakob Lorber) fueras un servidor de dos señores, o ni que Yo también quisiera servirme, a favor de mi Gracia, de un instrumento de Satanás. ¡Pero las pocas palabras siguientes sirvan para la ventilación del intelecto en los escépticos!

6. ¿Es realmente loable que los hijos abandonen a su madre enferma y le deseen la muerte debido a sus múltiples dolencias? - Yo digo: la Iglesia Romana es una ramera; pero vosotros habéis nacido en ella y habéis tomado la primera leche materna de su seno. Fue ella la que primero os enseñó a mencionar Mi nombre, os alimentó como una madre muy tierna y os prohibió sólo aquellos alimentos que hubieran dañado vuestro estómagos. Con esto ella os abrió el apetito por alimentos más vigorosos para el alma y el espíritu, que según Mi voluntad nunca os fueron negados de mi parte, para que vosotros pudierais gozar a vuestras anchas. ¡Y aún hoy vosotros os regocijáis como no tan pronto lo hará alguien en su regazo!

7. Entonces, ¿por qué ahora clamáis, como lo hicieron Santiago y Juan: "- ¡Señor haz que lluevan rayos y azufre sobre su cabeza enferma!"? - ¡Oíd, aquí se ve aún muy poco amor verdadero! ¿¡Acaso pensáis que la destrucción es el camino hacia el mejoramiento!? Oh no, aquí os equivocáis horriblemente. Porque así también pensaron todos los fundadores de las sectas. ¡Pero se han equivocado igualmente bastante, y la consecuencia fue: discordia fraternal, guerras, asesinatos y atrocidades de todo tipo! ¿Fue bendecido aquel mejoramiento? O puede decir una secta: "Mi doctrina no ha sido sellada con la sangre de los hermanos!? "

8. Mirad, ella, la romana, es la mujer adúltera que debió ser lapidada. Pero Yo digo también aquí: "Quien esté libre de pecado, que arroje la primera piedra contra ella!" (Juan 8:7.) 

También ella es la mujer de Caná y tiene una gran fe y amor.

Ella es también la mujer que sufría durante doce años de flujo de sangre, y la que  robó la sanación de mi vestido, pero sanó, porque tenía mucha fe y amor. (Mateo 9,20).

Y también ella es igual a la gran ramera, y posterior penitenta arrepentida, llamada Magdalena, que echó bálsamo a mis pies. Bajo todas estas figuras puede presentarse la Iglesia romana.

9. Por otro lado, otros "discípulos" están llenos de disgusto cuando oyen sobre mi "carne y sangre". Ellos creen lo que quieren, se reaniman con las migajas de pan que caen de las mesas de sus señores (que es mi Palabra despedazada) y quieren demostrar, dentro de sus tumbos jactanciosos, que Yo no soy; y si es que queda algo de Mí, recién Yo podré ser, sólo si ellos son lo suficientemente condescendientes como para aceptarme dentro de su "idea". En verdad Yo digo: si alguna secta, poseedora de mi plena palabra, no puede alcanzar mejor concepto de Mí que aquél que les lleva a mi destrucción total, entonces incluso los turcos me son más preferibles que en su ceguera sincera y estricta me consideran algo superior que su ídolo Mahoma; e incomparablemente más preferible me es la Iglesia romana donde por lo menos se me ofrece un sacrificio exterior y visible, que para muchos es una conmemoración viva de Mi redención.

10. ¡Mirad, así está la situación de Roma! - Yo no tengo ninguna complacencia en el Vaticano ni en la Catedral de Pedro. Y me gustaría mucho más, en su lugar, una casa para pobres. Roma es una ciudad que ha fornicado con los reyes del mundo. Ella es una ramera y actúa como tal. Ella adorna su rostro desfigurado y viste su cuerpo semi-podrido con lindas vestimentas, para dar la apariencia de ser una virgen. Mirad, todo esto y miles de cosas más me son muy bien conocidos. ¿¡Pero acaso no decís vosotros mismos: una ramera educa a sus hijos muchas veces mejor que una madre orgullosa que se cree ser la misma sabiduría divina!? También os digo: Esta ramera ya ha educado muchos buenos hijos y con esto ha echado bálsamo a mis pies. Por eso Yo quiero ayudarle y mirarla para que haga penitencia; pues ella ha pecado mucho, pero también ha amado mucho!

11. Pero a vosotros os digo que vosotros habéis nacido y sido bautizados en ella, por eso no deberíais desear destrucción sino sanación. Yo os doy el bálsamo y os curo del mal original. Si es que vosotros vivís según las reglas dadas, la Iglesia os respetará. Y cuando ella observe en vosotros maravillas entonces ella también pedirá el bálsamo y sanará en silencio sus heridas. ¡Pero si vosotros deseáis volveros desleales poca bendición llegará así a vuestros hermanos!

12. ¡Vivid como Yo os he mostrado, así nunca os tocará una investigación debido a Mí! Porque Yo os protegeré y mi Obra saldrá a la luz del día sin impedimentos atrayendo todo hacia sí como un gran imán. Pero vosotros no debéis debilitarlo a través de vuestra desobediencia y aquellas dudas.

13. Si preguntáis: ¿Cómo puede en la iglesia romana haber noventa y nueve veces bendición? - Entonces Yo digo: En el cielo se alegrarán los ángeles noventa y nueve veces más, por un pecador penitente, que por la misma cantidad de justos, que piensan ser justificados a través de mi plena palabra. - Pues en verdad os digo: Lutero, Calvino, Melanchthon,  y muchos otros más, no pesan tanto como un, Juan De La Cruz, o un Juan de Dios, o un Francisco de Asís, o un Tomás de Kempis, o un Taulero, o una Teresa y, muchos otros miles más.


Porque en su fe predominaban la justicia de fe, basada en el intelecto, y el dogma, antes que el sentido de Dios, y el amor de los grandes místicos, y héroes del amor.

Comparad por ejemplo la contienda dogmatica entre Lutero y Zwingli en Marburgo.

Su posición frente a la carta de Santiago, (En donde se habla de la relación, entre la doctrina de fe dogmática ,y el amor en su catecismo! Santiago 2:14.)

14. ¡En Verdad os digo, los protestantes renombrados hubieran podido aprender aun mucho (de los mejores Santos de la Iglesia Católica)!

Incluso Swedenborg experimentó cosas en Roma, que recién le ayudaron a abrir muy significativamente, las puertas hacia la vida interior; pues él era uno de esos, que sabían obtener la quintaesencia de todo, y sacarle un provecho real.

15. Mirad, por eso el sabio va al desván y encuentra a menudo grandes tesoros cubiertos del polvo de la ceremonia. Limpia el polvo y guarda el oro puro en su cuarto de tesoros. ¡Haced lo mismo! - ¡Porque escrito está: "Dejad que los pequeños vengan a Mí, y no les impidáis; pues para ellos está el reino de los cielos"! Y quien no se vuelva igual a ellos, no entrará tan pronto en mi Reino, hasta que él se vuelva como ellos, que no dudan sino, en la inocencia, creen incondicionalmente a sus padres, y ponen en práctica lo que les dicen; e incluso, cuando a través de mi Gracia maduran ante los padres, honran su palabras, a pesar de ya no necesitarlas.


16. Noé falló cuando se embriagó; pero él maldijo al hijo por haberse reído. Y a los dos que, amorosamente le cubrieron su desnudez los bendijo. ¡Haced lo mismo (que estos últimos) si es que queréis ser bendecidos noventa y nueve veces! - Esto lo digo Yo, el Amor Eterno y la Sabiduría Eterna. Aamén, amén, amén.




Fuente: Dádivas del Cielo recibido por Jakob Lorber

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