Placer del mundo y eternidad - Un aviso de Amor para una hija joven.

10 de marzo de 1842

01. ¡Ante el mundo preserva fielmente en tu corazón el santuario del amor hacia Mí, tu Padre! No te dejes atrapar por el placer hacia las vanidades del mundo que, para el Espíritu, pronto pasarán como una ligera paja en el viento.

02. Porque el valor completamente nulo que es el mundo, solo lo verás recién y completamente en el espíritu. Por eso, ¡no permitas ser atraída por nada que sea del mundo, para que Yo te reciba pronto como  una hija muy amada de Mi Amor eterno de Padre y te ponga sobre Mi brazo y te presione en Mi pecho, en donde recién podrás gustar de todo lo que es Mi Amor paternal que es eterno, infinito y el único Amor verdadero!

03. ¡Oh tú, Mi novia prometida y Mi hija! Si fuera factible que Yo pudiera revelarme ante tus ojos débiles y tu vida débil, revelar cuán cerca estoy Yo ante ti y mostrar cuánto más grande es Mi Anhelo por ti que el deseo de verme que tú tienes por Mí, el gran anhelo de mostrarme Yo a ti que soy tu novio llenísimo de Amor y Padre - ¡tu corazón estallaría de amor y no podrías vivir ni por un minuto!

04. Mira y percibe por lo menos de estas Mis Palabras vivas y dirigidas a ti a través del escribano: Yo estoy más cerca a ti que lo que puedas imaginar, que por supuesto es ahora incomprensible para ti. ¡Y cree firmemente en esta Palabra que te revela que solo Yo soy únicamente accesible a través del Amor y la Humildad!

05. ¡Escucha, hijita! - ¡En verdadera Verdad, Yo te digo: si realmente creyeras en Mí y Me amaras en tu corazón y actuaras según la Palabra que te enseña este Amor verdadero, palabra maravillosa ante tus ojos que te es muy bien conocida, tanto la de los tiempos antiguos como la de los nuevos - entonces ya Me tendrías por completo, si bien no en forma visible ni audible físicamente para proteger tu bienestar, pero tanto más íntimamente en el corazón a través del santo silencio amoroso para tu bienestar eterno y cuidado permamente!

06. Oh hijita, ¡cree, cree que esto es así para que tengas la capacidad de amarme, a Mí que soy tu Padre santo, amarme como Yo te amo en estos momentos también, tanto como si, en todo Mi vasto infinito, fueras tú el único objeto de Mi Amor paternal eterno y más fiel!


07. Pero, mi amada hijita, ¡retírale al mundo tus sentidos y en especial tu corazón! Porque, créeme, Yo, como el Único creador de los mundos, soy el que mejor sabe: ¡El mundo entero es una cosa menos que nada, y no hay nada de valor en él! - Créeme: cualquier cosa que se presente ante tus ojos y que sea apetecible a tus ojos físicos, es tan solo una apariencia congelada, detenida o fijada; apariencia que ha sido determinada para que sirva de prueba al espíritu inmortal por el corto tiempo en el que la vida terrenal de un hombre está comprendido.

08. Y si, en términos espirituales, mil años apenas pueden ser considerados como un momento rapidísimo, ¿cuánto menos se puede considerar el tiempo que dura la corta vida de prueba de un solo ser humano? - ¡Por eso, mi amada hijita, cuán vano es, por lo tanto, estar apegada a las cosas nulas del mundo y  acumular las riquezas del mundo para una vida temporal frágil y perecedera que apenas dura un cuarto de segundo a cambio, por consecuencia, perder la vida eterna!

09. Yo te digo: Si algunos necios ricos y soberbios pudieran y quisieran comprender qué es lo que hay detrás de su dinero y los otros bienes, se asustarían tan intensamente en un instante que serían devorados en un punto por el gran miedo infinito - esto es algo que jamás podrá ni estará permitido que suceda por una razón más importante aun que no entenderías ahora.

10. ¡Pero tú reza por todos estos ricos en tesoros del mundo! Porque ellos, debido a su egoísmo y arrogancia, son los más difíciles de ayudar; por eso, en sentido espiritual, también son los seres más pobres en sentido espiritual. ¡Ellos difícilmente Me verán jamás en toda la eternidad ya que se han convertido ellos mismos en comida de Satanás y por lo tanto son devorados por él y tendrán morada eterna en el interior de su estómago!

11. ¡Pero ahora no hablaremos nada más al respecto! - Pero tú, mi amada hijita, cree en esta Palabra, sí, ¡cree firmemente que es verdad! - ¡Desprecia al mundo, vuélvete a Mí por completo y así pronto, sí, muy pronto, te convencerás, aun durante tu vida terrenal y muy claramente, que esto es así y que los que Me aman de verdad nunca probarán una muerte y ¡ciertamente tú tampoco!

12. ¡Pero solo mantente fiel a Mí, ya que Yo soy fiel a ti! - Este es el santo Deseo de tu eterno y santo Padre. Amén.


Fuente: dadi2.420310

Comentarios

Entradas populares de este blog

Tuyo soy, para Ti nací - Poema Teresa de Jesús

Cuerpo, alma y espíritu

El café, las arañas y la Coca Cola