¿Un Adán y Eva o varias parejas humanas?

El Origen Humano y la Elevación Espiritual en la Enseñanza Divina

El capítulo 221 del tomo 7 del Gran Evangelio de Juan (GEJ 7.221) presenta varios puntos importantes y dignos de resaltar. A continuación, se detallan los más destacados:

1. Pregunta sobre el origen del ser humano: Durante la conversación, se plantea la duda sobre si en el inicio de la humanidad existió un solo par de humanos o varios en diferentes lugares de la Tierra.

2. Referencia a las escrituras de Moisés: Se menciona que para entender la creación del ser humano, se debe consultar las escrituras de Moisés, específicamente en el Génesis y otros dos libros que actualmente son considerados apócrifos.

3. Adán y Eva como los primeros humanos: Se reafirma que, según la tradición religiosa, solo un par de humanos, Adán y Eva, fueron colocados en la Tierra por Dios, y de ellos comenzó la educación espiritual desde el cielo.

4. Existencia de seres humanos antes de Adán: Se acepta la existencia de seres similares a humanos antes de Adán, pero se establece una clara distinción entre estos seres y los humanos verdaderamente libres y espirituales.

5. Diferencia entre humanos y animales: Se hace una distinción entre el verdadero ser humano, que puede alcanzar la semejanza con Dios y entender sus obras, y los "hombres animales", que nunca podrán lograrlo. Sin embargo, se reconoce que los animales pueden adquirir cierto nivel de educación superior con esfuerzo y tiempo.

6. Humanos en el antiguo Egipto: Se menciona que en el profundo Egipto existen aún personas que se asemejan a los antiguos patriarcas y que tienen dominio sobre la naturaleza.

7. Elevación espiritual sobre la naturaleza: Para convertirse en verdaderos humanos, las personas deben elevarse espiritualmente sobre la materia y la carne, ya que la verdadera libertad, vida y poder se encuentran en el espíritu.

8. Prueba de la espiritualidad: Se refiere a una demostración previa realizada cerca del mar que evidencia la importancia de la unión del espíritu con la naturaleza.

9. Unión del espíritu y la alma: Se enfatiza la necesidad de que el alma humana se una con el espíritu divino, logrando esto a través de la fe viva en un Dios verdadero, el amor supremo hacia Él y al prójimo.

10. Resultado de la verdadera fe y amor: Se asegura que quien conoce y practica estos principios experimentará por sí mismo la verdad de las palabras mencionadas.

Cada uno de estos puntos destaca aspectos teológicos, filosóficos y espirituales relevantes en el texto, proporcionando una visión amplia sobre la creación, la naturaleza humana y la espiritualidad.

Texto original GEJ 7.221:
Adán y Eva, las primeras personas en la tierra. Los Pre-Adamitas

(El Señor:) Comimos y bebimos de muy buen ánimo, y durante la comida, cuando el vino había hecho las lenguas más sueltas, el consejero romano, que había hablado con los espíritus, volvió a hacer la pregunta de si alguna vez hubo solo una pareja humana o varias en diferentes puntos y partes de la Tierra. Porque eso no se lo habían mostrado los espíritus, y sin embargo, le gustaría saberlo con una certeza comprensible, porque ya antes se había hablado de ello.

Cirenio entonces Me pidió que explicara esta cuestión al consejero. Pero Yo le dije a Cirenio:

«Podría hacerlo, pero no beneficiará especialmente a nadie. Lo que los hombres necesitan saber, Moisés lo ha expuesto claramente en su Génesis y, además, en dos libros explicativos, que en nuestra época ya no son reconocidos y son considerados apócrifos. Por lo tanto, quien quiera saber cómo se originaron los seres humanos en esta Tierra, que lea los escritos de Moisés y crea que así fue y no de otra manera, y encontrará en ellos la prueba verdadera y correcta de si al principio solo hubo una pareja humana o varias parejas humanas fueron colocadas al mismo tiempo en la Tierra.

Los hijos de Dios

Solo puedo añadir que, de entre los seres humanos que están llamados a convertirse en hijos de Dios, solo una pareja, a saber, Adán y su esposa Eva, fue colocada en la Tierra. Con ellos comenzó también la educación espiritual desde el Cielo y se ha continuado hasta el día de hoy.

Los preadamitas

Sin embargo, es seguro y verdadero que mucho antes de Adán existieron seres parecidos a humanos (preadamitas), y todavía existen tales seres en la Tierra; pero hay una gran diferencia entre ellos y los verdaderos seres humanos libres.

Porque el verdadero ser humano puede formarse hasta la completa semejanza con Dios y puede reconocer, comparar, juzgar y comprender el propósito de las obras de Dios; pero el hombre animal (el preadamita) nunca podrá hacerlo.

Experiencia con la educación de los animales

No obstante, también habéis experimentado que los animales, con el tiempo y con mucho esfuerzo, pueden alcanzar una especie de educación superior de los verdaderos humanos. Los humanos lograrían aún más con los animales si, como los simples patriarcas de la Tierra, estuvieran en una verdadera y plena conexión con su espíritu del reino espiritual (una chispa divina del Espíritu de Dios), desde el corazón de Dios.

Hombres en el profundo Egipto

Sin embargo, en el profundo Egipto todavía existen personas que se asemejan a los antiguos patriarcas. Estos todavía son señores de la naturaleza, y ella debe servirles según su voluntad. Pero para llegar a ese estado espiritual, el verdadero ser humano no debe someterse a la naturaleza en su alma, sino elevarse en espíritu sobre toda la naturaleza de la materia y de la carne.

La materia está bajo juicio

Porque en la naturaleza de toda materia reside el juicio, la impotencia y la muerte; solo en el espíritu reside la libertad eterna, la verdadera vida y todo poder y autoridad. Que esto sea así, os lo he demostrado afuera, en el mar.

Recomendación del Señor

Esforzaos, por lo tanto, en que vuestra alma se una con el espíritu, y él os guiará a toda sabiduría; pero sin él, siempre vacilaréis entre la luz y la oscuridad, entre la vida y la muerte, y entre la libertad y el juicio.

La unión del alma con el espíritu a través del Amor a Dios

El ser humano alcanza la unión del espíritu de Dios con el alma creada al creer verdaderamente en el único Dios verdadero, amarlo por sobre todas las cosas y amar a su prójimo como a sí mismo. Quien sepa y haga esto, experimentará por sí mismo que os he hablado la plena verdad».

Fuente: GEJ 7.221

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