Evangelio del trigo
Dice el Señor: 6. «Cuando el grano de trigo es sembrado en la tierra, empieza su proceso de putrefacción, y de este proceso surge una nueva planta que devolverá el grano podrido en cantidad centuplicada. Lo mismo sucede con cada Palabra procedente de la boca de Dios. 7. El corazón es la tierra de cultivo, el amor es el abono, y el Amor de Dios es la lluvia fructífera; la emergente luz de la Gracia es la calurosa luz solar. Recién todos estos cuatro elementos hacen que se pudra el grano. Este estado de putrefacción es similar a la noche o al invierno infructuoso. En este estado el hombre no sabe nada y no entiende nada, ni ve nada, y el sentimiento de aniquilación es su acompañante; pero cuando llega la primavera o la mañana, entonces, tras el proceso de la putrefacción, empiezan a extenderse raíces dentro de la tierra de cultivo. Y allí, en donde estas raíces se unen en el amor y forman un haz, se levanta un tallo nuevo lleno de vida y se construye en forma intrépida un