El tamaño del corazón humano. El sentimiento y el intelecto

16 de octubre de 1840.

0. Un epíteto corto para representar el Polo Sur.

1. Mirad, el corazón humano es pequeño, pero cuánto más grande es el horizonte de los sentimientos de aquel que está en posesión de la fuerza de la fe que surge del puro Amor hacia Mí. Os digo que no hay cosa tan oculta que no alcancen los rayos del sentimiento puro; Y cuando los rayos puros del sentimiento hayan capturado algo, preguntaos si aún sería posible captar la materia de una manera diferente de lo que realmente es y existe en sí y para sí misma.

2. Por supuesto, esto es bastante diferente con las personas intelectuales. Estos se esfuerzan por alcanzar todas las cosas con la mano corta (del intelecto), similar a los niños menores de edad que quieren coger la luna y otras cosas que están muy lejos. Estas personas atraen luego sus sentimientos a sus mentes estrechas y luego las dejan andar a tientas con altivez, como un ciego que se ha sentado sobre un bloque de piedra tallado con jeroglíficos y lo está palpando sin siquiera tener el menor atisbo de lo que son todos estos jeroglíficos, y mucho menos aún que esta escritura sea un lenguaje de la ciencia de la correspondencia que proviene de los rayos luminosos del sentimiento puro.

3. Mirad, esto es también el caso de estas comunicaciones y revelaciones de Mi Gracia dadas a vosotros. Si las examináis y las ilumináis con los rayos de vuestros sentimientos, entonces su verdad pronto se os aclarará y pronto encontraréis como si el asunto os fuera conocido desde hace mucho tiempo. Pero visto intelectualmente, estas comenzarán a alejarse más y más; porque como dije, el intelecto solo tiene brazos muy cortos, que también son muy débiles, y por lo tanto no son capaces de alcanzar cosas grandes, aunque estén muy cerca de ellos, y menos capaces de llegar a cosas lejanas, para retenerlas para sí mismos, e incluso intentar meter a los soles dentro de su estrecha casa del tamaño de una concha de caracol para que puedan ser manoseados ciegamente con la ayuda de su sentimiento que fue violentado.

4. Mirad, esto es absolutamente imposible. Y como el intelecto con el tiempo se dará cuenta de que tal cosa es imposible, se enfadará, dejará todo como está, sacará de su casa de caracol todo lo innecesario y se contentará con sus propias abstracciones, hasta que finalmente despedirá incluso al sentimiento violentado y se volverá más frío que el mismo Polo Norte y comenzará a considerarse, si no incluso a adorarse a sí mismo, en su suprema estupidez, como si fuera Dios, ya que finalmente ha llegado al punto en que comienza a saber que no sabe nada, pero llegando al absurdo en esa ignorancia de pretender saberlo todo. Ese es entonces el mayor triunfo que obtiene, sí, un triunfo por el que el niño más inofensivo no daría ni un centavo, y por el que cualquier ángel por más pequeño que sea sentirá repulsión.

5. Por eso, también debéis capturar completamente vuestro intelecto bajo la obediencia del sentimiento puro en la fe viva por Amor a Mí, y así veréis todas las cosas como son; y sólo así comenzaréis a ver claramente dónde brilla el Sol eterno de la Verdad y la Realidad.

6. Esto poco que sirva para que en el futuro sepáis con qué medida han de valorarse Mis Revelaciones. Amén. Así digo Yo, el Gran Maestro en todas las cosas, amén, amén, amén.

Fuente: Dádivas del Cielo, tomo 3, recibido el 16 de octubre de 1840, por Jakob Lorber.

Web: https://jakoblorber.webcindario.com/audiolibro/Selecciones/D%C3%A1divas%20del%20Cielo/El%20sentimiento%20y%20el%20intelecto.htm

 

 

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