Oración de emergencia

¡Oh, Mi Señor Jesús, que siendo Tú la máxima Misericordia, has sido mal reconocido por mí, que soy un gran y muy necio pecador!

¡Mírame por piedad, aquí abajo, que deambulo perdidamente como un muerto!

¡Ayúdame de mi enorme emergencia! 


¡Por supuesto que sé que soy un pecador indigno pero, oh Señor, tan solo envía un siervo de Tu Misericordia, sí, el más pequeño! 

¡Que venga a mí, aquí abajo, a esta profundidad de la perdición. Por piedad no permitas que yo sucumba, sino protégeme de las llamas y humareda de la maldad de este mundo, porque estas me marean y me confunden!

¡Que se haga Tu Santa Voluntad! 

Amén.
dadi

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