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Mostrando entradas de marzo, 2018

Las cartas del rey Abgaro

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Correspondencia de Abgaro Ukkama, rey de Edessa, con Jesús de Nazareth PRIMERA CARTA DE ABGARO AL SEÑOR JESUCRISTO 1 Carta de Abgaro de Edessa a Jesucristo, el buen Salvador, que ha aparecido en la región de Jerusalén, ¡Salve!. 2 He oído hablar de Tí y de las curaciones que haces sin medicinas ni plantas. Pues se dice que Tú devuelves la vista a los ciegos, que haces andar a los paralíticos, que purificas a los leprosos y expulsas los espíritus impuros y curas a aquellos que sufren de enfermedades crónicas en fin, que resucitas hasta los muertos. 3 Después de haber oído estas cosas sobre Tí, he sacado en mí la conclusión que una de las dos cosas tienes que ser cierta: o bien eres Dios descendido del Cielo, - o bien, para cumplir tales cosas, eres al menos un hijo del gran Dios. 4 Por lo tanto te ruego, por medio de esta carta, que vengas a mí para curar la enfermedad que tengo. 5 También he oído decir que los judíos murmuran contra Tí y quieren causarte daño.

El origen de la A

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La "A" nació en Egipto y significaba: "todo lo que edifica con sabiduría y conocimiento de lo interior". Es por eso que las pirámides fueron edificadas según la forma de la "A". Construcciones que en sus inicios estaban destinadas a servir como escuelas de sabiduría. El mismo nombre "pirámide" lo testifica. Se compone de Piro-Mi-Dai: Piro: fuego o luz que da la sabiduría, Mi: a mí y Dai: del verbo "dar". En otras palabras pirámide significa "¡dame sabiduría!" o "¡ilumíname!".  (GEJ 5.72.2) En la imagen siguiente vemos la palabra "CLEÓPATRA" en la escritura egipcia moderna. La A era representada por la forma de un Águila (Aquila en latín, Adler en alemán, eAgle en inglés, Αετός en griego, Aigle en francés, Arrano en vasco, Adelaar en holandés, etc.) La escritura hebrea que usó Moisés era la de Egipto. El hebreo en la época de Jesús ya no era la misma que la que usó Moisés. El Alef (la A

Una mujer humilde es una verdadera bendición

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Dice el Señor :  1 ¡Ay del mundo cuando las mujeres vuelvan a adornarse y reinar!, ¡entonces la Tierra pasará por el fuego! 2 Tratadlas con la disciplina adecuada y cuidad que sean humildes. Siempre deben estar aseadas pero nunca con lujo, porque sus adornos y joyas serán la perdición de la humanidad. 3 Así cómo una mujer limpia, humilde y de buenas costumbres es una verdadera bendición para una casa, una que se maquilla es una maldición para todo el mundo, una pequeña Satana entre los hombres, parecida a una serpiente que con mirada seductora atrapa a los pájaros con su boca venenosa y mortífera. 4 Por eso os doy el siguiente consejo, sin que sea un mandamiento: 5 Si alguien tiene la intención de casarse, que se asegure que la muchacha elegida no acicale su cuerpo, que no ande por la calle con la cara descubierta y no presuma de sus otros atractivos, sino que sea virtuosa en todo, que en verano viste con ropa de lino y en invierno de lana sin color; que siempre se atenga a la verdad